. SOBRE SEVILLA
Nunca antes había publicado información alguna sobre un suceso que llevaba mas de 15 años en mis archivos y quizás si no fuera por la "causalidad", nunca hubieran visto la luz. Recuerdo que durante la entrevista que mantuve con Juan G. no pude contener una ligera sonrisa pensando como aquel testimonio había llegado a mis oídos para confirmar de alguna manera unos hechos que prácticamente tenía en el olvido. No es por la importancia intrínseca del avistamiento, pero de alguna manera aquella conversación me hizo deducir lo complejo que és el fenómeno de los OVNIs, y como de repente todo puede conectarse en un "mágico" instante...
Serían las 9 y media aprox. de una apacible noche de primavera de finales de la década de los ochenta, cuando Juan G. paseaba con su perro por la plaza del Alfarife, cerca del Barrio del Pantivar en Sevilla. Hacia una noche agradable y el cielo estaba completamente despejado. En un momento del recorrido una extraña luminosidad llamó su atención hacia el cielo. "No podía creer lo que estaba viendo- nos refiere Juan en una animosa charla que mantuvimos con el hace apenas unos años en compañia también de la investigadora Mari Carmen Muñoz- aquello era increíble". Y no era para menos, frente a nuestro testigo había una extraña "rueda luminosa" de variados colores que brillaba recortada sobre el fondo negro del firmamento.
Enigmático aro luminoso observardo en Sevilla a finales de los años ochenta .
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El extraño aro, estaba compuesto de multitud de pequeñas luces muy brillantes de distintas tonalidades; purpuras, amarillas y rojas. "Las luces parecían alógenas -nos comenta Juan- pero no reflejaban la luz hacia afuera, era muy curioso, de los extremos superiores e inferiores del aro, que estaba quieto en el aire, se desprendía una estela de lucecitas de colores, que se disipaba a los pocos segundos". La rueda luminosa permaneció al menos 15 minutos en la zona, y pudo ser contemplada, por su hijo y la novia de este. "Pero de pronto -continua Juan- se fue apagando hasta que desapareció en la noche oscura. Sin duda alguna lo mas extraño que he visto en mi vida".
Pero mas extrañado estaba un servidor de comprobar como la causalidad tiene sus caprichos insondables...
En el año 1991 recogía las impresiones de un conocido poeta algecireño que varios años atrás había tenido un particular encuentro con otro "aro luminoso".
Por aquel entonces, verano de 1983, Raúl S. (preferimos mantener el anonimato del testigo) era estudiante de Filología y presidía un colectivo cultural.
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Así describió el poeta algecireño su avistamiento
. ."Era verano, creo que Agosto- nos indica Raúl. Iba con un amigo por la calle San Francisco en Algeciras (Cádiz) y nos encontrábamos llegando ya a la confluencia con la Fuente Nueva, exactamente enfrente del Burguer Haway 2. Cuando me llamó la atención una esfera de puntos discontinuos y brillantes que se encontraba detenida en pleno cielo azul. Avisé a mi amigo y ambos miramos hacia la esfera que parecía no tener materia sino sólo contorno". Nuestro testigo dibuja sobre el papel un aro formado por puntos luminosos discontinuos de color blanco presentando dos puntos de color rojo a sus extremos (derecha-izquierda). "Unos treinta segundos después desapareció sin dejar rastro y sin que hubiera obstáculo visual que nos impidiera verlo: ni nubes, ni montañas, nada. No dejó rastro alguno y el ovni se desplazaba hacia el oeste con un movimiento lento, recto e invariable. Meses después en un programa de radio coordinado por el Dr. Jiménez del Oso relaté el suceso y me comunicó que un par de horas después fue visto un objeto similar en Cádiz y que igualmente desapareció sorprendentemente ante la mirada de varios testigos". Tampoco escucharon ruido alguno proveniente de las luces.
En mis anotaciones de campo, resaltaba casi al finalizar la entrevista que Raul nos indicaba que su avistamiento era muy inusual, por lo que el conocía sobre los OVNIs, pero que al fin y al cabo, era lo que él había visto, y quizás mas gente lo vería en un futuro...
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ENIGMA LUMINISCENTE SOBRE EL ESTRECHO
Aquel agosto de 1995 fue movidito. Decenas de testigos desde distintas localizaciones presenciaron un extraordinario espectáculo luminoso, sobre el estrecho de Gibraltar (Cádiz) protagonizado por 4 luces que no se llegó a determinar si pertenecían a un objeto único o eran luces independientes.
El primer relato que llegó hasta nuestras manos nos lo remitió un joven barcelonés de 22 años residente en Algeciras llamado Gabriel. Nuestro interlocutor recuerda que se encontraba aquella noche en la playa de Getares (Algeciras) en compañía de al menos 20 personas más celebrando una fiesta. Un poco más tarde de las 24:00 horas y en dirección al faro de Punta Carnero, dijo ver cuatro luces blancas azuladas por encima de las nubes que giraban en círculo y formaban dibujos geométricos perfectamente coordinados (punto éste compartido por todos los testigos). Las luces de vez en cuando, se unían en el centro para después volver a separarse, repitiendo esta operación en varias ocasiones. Hay que señalar que el avistamiento según declaraciones de Gabriel era asombroso y duró cerca de 40 minutos (todos los testigos oscilan en la hora del avistamiento desde las 24:00 hasta las 1:30 aprox.), concluyendo todo cuando los cuatro puntos se unieron para desaparecer misteriosamente.
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Las luces recorrieron la zona de estrecho realizando distintos giros.
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Un dato muy curioso comentado por el testigo, pero que él mismo se apresura a indicar que se trató de un rumor que circuló después del avistamiento y que llegó a sus oídos; apunta a la posibilidad de que 7 motos y un Renault 4 se dirigieran al faro para contemplar mejor el extraño fenómeno y vieron súbitamente detenidos los motores de sus vehículos.
Nuestro segundo testigo vive en San García, una zona residencial de Algeciras colindante con la playa de Getares. Jesús tiene 24 años y se encontraba con su mujer y varios familiares en la azotea de su domicilio. Contempló como desde lejos sobre el estrecho, se acercaban cuatro luces azuladas girando en círculo y formando dibujos geométricos sobre las 24:00 horas. "Las luces de vez en cuando, se unían en el centro para después volver a separarse, esta operación se repitió en varias ocasiones" . Cuando el objeto o los objetos estuvieron casi sobre ellos, Jesús realizó varias fotografías (que no salieron tras el revelado por ser demasiado oscuras). Las cuatro luces desaparecieron uniéndose, coincidiendo con lo relatado por Gabriel. La principal diferencia con el primer relato estriba en que las luces según Jesús estaban por debajo de las nubes. .
Decenas de testigos contemplaron el paso de las luces
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Otro testimonio nos lo aporta José Manuel de 22 años que volvía en coche de Tarifa con unos amigos, cuando se detuvo en el mirador de Tarifa, al ver unas extrañas luces sobre el estrecho. Junto a él habían varios coches más y una patrulla de la guardia civil. Todos los allí reunidos contemplaron las cuatro luces evolucionando en el cielo. El testimonio de José Manuel, coincide en todo con los anteriores, exceptuando que el color de las luces observadas era rojizo. Al igual que el segundo relato el testigo asegura que las luces estaban por debajo de la capa de nubes.
Años mas tarde conseguimos hablar con un bombero de Algeciras que también pudo presenciar el paso de aquellas misteriosas luces sobre la zona antes indicada, señalando que eran muy extrañas y de gran potencia. La única duda es que aquel espectáculo luminoso pudiera estar provocado por un juego de luces o de "láser" de algún evento o fiesta, punto éste que no pudimos aclarar, pese a las pesquisas emprendidas lo que no significa que no tuviera lugar. No obstante, según refieren los protagonistas del incidente, el fenómeno resplandeciente se desplazaba en el aire y no se veía punto luminoso en tierra o halo luminoso que determinara su origen, lo que invalidaría la hipótesis de los reflectores o focos.
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LA RULETA VOLANTE
Nuestro siguiente testigo posee una notable calificación académica y técnica, lo que nos ha permitido valorar sobremanera su testimonio. Aquella madrugada del 6 de septiembre de 1995 se encontraba desempeñado una tarea como perito de una compañía de seguros ligada a diversos estamentos públicos, en ésta ocasión realizando un servicio requerido por la Policía Nacional. Serían entre las 3:30 y 4:00 horas de la mañana cuando Juan V se hallaba en la venta de San Isidro a las afueras de Algeciras. Al salir de dicho establecimiento, pudo observar como de una solitaria nube rosada surgía por debajo de ella entre siete o nueve rectángulos luminosos girando todos ellos a la vez sobre un mismo centro y hacia la derecha, en completo silencio.
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De la nube surgieron unos rectangulos luminosos
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La luminosidad de los rectángulos fue descrita por el testigo como tenue y de color blanca, destacándose perfectamente las aristas. Daba la impresión de tratarse de un objeto completamente redondo, aunque no se apreciaba a simple vista; en cuya periferia se encontraban estos rectángulos girando como si fueran ventanas en la panza. Según Juan, "aquello debía de ser enorme, cada rectángulo tenía una medida aproximada de 6 mts x 4 mts" (sacando números obtenemos un diámetro aprox. de unos 33 mts. Todo ésto suponiendo siempre que se tratara de un objeto redondo y que los rectángulos estuvieran en la perifería).
El avistamiento duró poquísimos segundos (3 ó 4 segundos aprox.) ya que los rectángulos desaparecieron rápidamente hacia la derecha. Momentos más tarde, llegó el taxi que había pedido Juan. Comentándo con el taxista la experiencia que había vivido, no tuvo que dar muchas explicaciones porque los rectángulos luminosos volvieron aparecer de nuevo. Esta vez, el extraño fenómeno apareció desde el mismo centro de la nube. Seguidamente volvieron a realizar un movimiento giratorio hacia la derecha, para desaparecer bruscamente.
Pudimos localizar al taxista unas semanas después ratificandonos lo avistado aquella noche. Así mismo, el relato se ve reforzado con el testimonio de un compañero de Juan, que avistó el mismo objeto varias veces esa misma noche.
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TAMBIÉN EN ARGENTINA
Fuera de nuestro país he hallado un incidente que podría tener alguna relación con lo narrado anteriormente. Para ello leemos el reporte de prensa del periódico La Nación que describía un avistamiento ocurrido en Santa Rosa (Argentina) el 2 de octubre de 1998; "Todo duró apenas cinco minutos. Los tres hombres, armas en mano, estaban apostados con la esperanza de ver un jabalí. Internados en pleno monte, cerca de Doblas -unos 70 kilómetros al sur de Santa Rosa- los cazadores habían esperado durante cuatro horas. Eran las 21.40 del lunes último y hacía frío.
Un extraño objeto cilindrico surgió del halo luminoso, lo que evidencia la relación de éste tipo de fenómenos con los OVNIs
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De pronto, lo inexplicable: al ras del horizonte, "las luces de una ciudad" aparecieron donde no había nada más que caldenes y hectáreas deshabitadas. Un minuto después, el panorama cambió aún más: las luces se movieron y, de un "aro luminoso", surgió una suerte de "cilindro" que luego desapareció. La oscuridad profunda volvió".De aquí en más, tal vez crea cuando se habla de estas cosas", relató a La Nación Daniel Canitrot, que el lunes último se convirtió en uno de los tres fugaces testigos de un OVNI (objeto volador no identificado).
Pero no fueron los únicos: esa noche, otras 20 personas aseguraron que avistaron un fenómeno semejante en varias localidades de La Pampa, entre ellas, Victorica, Telén, Colonia La Pastoril y Algarrobo del Aguila.
Fabio Zerpa, presidente de la Fundación Disciplinas de Apertura, confirmó la posibilidad del hecho: "Es una zona muy propicia. Es un gran campo magnético, que tiene orientación a las sierras de Lihuel Calel", expresó.
Otro episodio: a las 21.5, a unos 220 kilómetros de Doblas, diez personas viajaban en una Renault Trafic. A la altura de Victorica -a mitad de camino entre la capital pampeana y Santa Isabel- nuevamente "una imagen redonda con el centro oscuro" se movilizaba con lentitud y dirección Sur-Norte. Era muy grande. Aunque los pasajeros no pudieron precisar el tamaño.
Pero el conductor no se detuvo: "Ya me pasó por lo menos tres veces", dijo Jorge Quiroga a La Nación . Esa noche, el hombre avisó por radio a puestos de emergencia de la zona que veían lo mismo. "Aquí siempre suceden estas cosas. Pienso que no va a ser la última vez", confesó Quiroga con naturalidad."
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JOSE ANTONIO CARAV@CA
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