EL EXPERIMENTO FILADELFIA Y EL MITO DE ALLENDE
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El experimento Filadelfia fue sin duda uno de
los estandartes más representativos y sugerentes de mundo del misterio en el
Siglo XX. No en vano, decenas de libros, centenares de artículos, documentales
y hasta películas se ocuparon de reflejar los supuestos y extraordinarios
sucesos ocurridos a un buque de la armada norteamericana.
Varios investigadores informaron que en 1943, durante un proyecto secreto de
la Marina, un barco fue teletransportado, instantáneamente, con toda su
tripulación de un lugar a otro. Pero lo que pocos conocen, es que ésta
asombrosa historia comenzó a fraguarse a los “márgenes” de un singular libro de
OVNIs con unas misteriosas notas manuscritas
Esta es la verdadera historia del Experimento Filadelfia…
A finales de
julio o principios de agosto de 1955 la oficina de Investigación Naval de la Marina estadounidense, la ONR, con sede en Washington,
recibe un extraño envío de correos. Se trata de un sobre marrón dirigido al Almirante
Frederick N. Furth, donde tan sólo se garabatea una frase en su anverso, “Felices
Pascuas”. En el interior se esconde un pequeño libro de bolsillo,“The Case for
the UFOS” (1954) de Morris K. Jessup. El Mayor Darrel L. Ritter, que ha abierto
la correspondencia, se queda perplejo al observar que la obra se halla repleta
de anotaciones manuscritas y subrayados en casi todas sus páginas. Posteriormente,
el Mayor Darrel mostró el insólito envío al comandante George W. Hoover (Jefe
de Proyectos Especiales de la
Oficina de Investigación Naval), y al capitán Sidney Sherby, un
recién llegado a la ONR,
que comenzaron a revisar las notas. El autor o autores de dichas anotaciones
parecían tener mucho conocimiento sobre el enigma de los platillos volantes.
Aunque muchas de dichas informaciones son incomprensibles por su insólita
sintaxis, lo que más llamó la atención de los militares fueron unas misteriosas
referencias a un supuesto experimento secreto de la Marina estadounidense
llevado a cabo en el año 1943. Los anónimos responsables de los comentarios en
el libro de Jessup se referían al asunto
de la siguiente forma en varias ocasiones:
“Teoría del campo Unificado de Einstein a través de todas las materias y en
todo el conjunto del Universo intergaláctico. U.S. experimenta una parte de
ella con bastante resultado (…) La
Marina de los Estados Unidos experimenta con campos de
fuerza. 1943 OCT. Producen invisibilidad de la tripulación y el buque con
resultados temibles. Tan aterrador es que detienen la investigación (…) La
razón de la rectificación de Einstein de su teoría del campo unificado. La
marina de EE.UU. experimenta en buque invisibilidad (sic)1943. Los resultados
de este proceso son desinformados tal que parecía mostrar la corrección de su
"razón" para la rectificación”.
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El comandante G. W. Hoover en un fotografía de la época. |
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Poca información
pudieron extraer del anónimo remitente, salvo por el matasellos del sobre que
indicaba que había sido remitido desde Seminole (Texas). Tras más de un año del
envío, los militares decidieron dar un nuevo paso en su investigación sobre el
enigmático libro y el/los autor/res de las intrigantes anotaciones.
En la primavera
de 1957, 18 meses después de recibir el extraño “paquete”, el autor del libro,
Morris K. Jessup, es invitado a viajar a Washington y acudir a las dependencias
de la ONR. Charles
Berlizt y William Moore en su libro “El Misterio de Filadelfia” (1979), narran
el encuentro entre Jessup y los oficiales Hoover y Sherby: “Este libro nos fue enviado por correo anónimamente –explicó uno de los
oficiales-, Al parecer fue leído por tres personas por lo menos (suposición errónea,
sugerida por el empleo de tres colores de tinta y por la redacción de algunas
de las anotaciones en forma de dialogo. Al parecer parece haber sido un solo
anotador). Repáselo, Mr. Jessup y
díganos si tiene ideas de quien puede ser el autor de estos comentarios”.
Jessup contempló
detenidamente su libro repleto de extrañas anotaciones a los márgenes y recordó
haber visto antes, al menos, uno de los tipos de letra que contenía la obra. Pero
sobre todo recordaba haber leído con anterioridad el supuesto asunto del
experimento de la Marina.
Así informó a los militares que, poco tiempo después de la
edición rústica de su libro, en el otoño de 1954, probablemente a mediados de
octubre, había recibido una extraña misiva de un tipo llamado Carlos Miguel
Allende escrita también en varios colores. “Era
una carta con matasellos de Pensilvania -referían Berlitz y Moore en su
obra- escrita en una lengua desigual y
enrevesada, varios tipos y colores de lápiz y tinta y un estilo rarísimo, con
mayúsculas y signos de puntación repartidos al azar, gran profusión de faltas
de ortografía y una sintaxis muy original. Frases enteras aparecían subrayadas
en tintas de varios colores”.
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En las oficinas de la ONR recibieron el libro de Jessup abarrotado de enigmáticas anotaciones |
Pese a lo
aparentemente descabellado de algunas afirmaciones de Allende, el contenido fue
lo suficiente sugerente o atractivo, como para que Jessup contestara a su extravagante
informante. Berlitz y Moore describían el contenido de esta primera carta, que
extravió Jessup , y que evidentemente nunca fue reproducida de forma textual; “Su autor estaba especialmente interesado en
algunas alusiones de Jessup a la fuerza de la levitación (es decir, al desafío
de la gravedad para el levantamiento de objetos pesados) que era de suponer
conocían los antiguos y se extendía luego en comentarios acerca de la teoría de
Jessup, de que había sido utilizada en la construcción de las antiguas
edificaciones, teoría que le parecía esencialmente correcta. Es más, según el
firmante de la carta, la fuerza de levitación, no sólo era científicamente
posible sino que en tiempos había sido un proceso conocido aquí en la tierra”.
Sin embargo, los
miembros de la ONR
si pudieron examinar con asombro otras cartas del misterioso Carlos M. Allende
que obraban en poder de Jessup. La segunda misiva fue enviada el 13 de enero de
1956 y en ella se describía, de una forma un tanto peculiar y pintoresca, pero
con mayor detalle que en las notas del libro, los supuestos resultados de un
experimento secreto de la marina. La leyenda del experimento Filadelfia
comenzaba a gestarse…
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LAS CARTAS DE ALLENDE
Morris Ketchum
Jessup era un investigador atípico. "Había
sido maestro de astronomía y matemáticas en las universidades de Michigan y
Drake - escribía Vicent Gaddis en su mítica obra Horizontes Invisibles- (…)
Después de recibir su doctorado en
astrofísica, construyó y manejó el telescopio de refracción más grande del
Hemisferio Meridional, en Sudáfrica, para la Universidad de
Michigan. Allí, su programa de investigación dio por resultado el
descubrimiento de numerosas estrellas dobles, catalogadas ahora por la Real Sociedad
Astronómica.
Luego estudio las fuentes de hule crudo, a 10 largo de
las fuentes del Amazonas, para el Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos. Entonces, su interés se volvió hacia las exploraciones y participo en
estudios arqueológicos de ruinas mayas, para el Instituto Carnegie de
Washington, en las selvas de America Central. También intervino en
exploraciones independientes de los restos incas en Perú y de culturas
primitivas en la altiplanicie de México. El libro de Jessup, The Case for the
UFO's, examino los fenómenos más misteriosos en los campos de la astronomía, la
meteorología y la historia de estas ciencias, lo mismo que los problemás del
viaje espacial. Creyó que el empleo de cohetes limitaba las distancias que
podíamos alcanzar y que el hombre tendría que descubrir la naturaleza y la
aplicación de la gravedad antes de poder navegar en el espacio exterior". Así mismo Jessup fue un pionero en la
creencia de que algunos restos de civilizaciones antiguas eran una prueba de
contactos extraterrestres en tiempos remotos.
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Morris K. Jessup se sintió profundamente intrigado por supuesto el interés de la Marina en su libro anotado |
Pero sin duda la recepción de las cartas de Allende marcaría un antes y un después en la trayectoria de Jessup, e incluso algunos autores no dudan en señalar que sería el detonante de su trágico final...
El 13 de enero de 1956, Morris
K. Jessup recibía la segunda misiva sin conocer en esos momentos la
trascendencia de la misma:
Carlos Miguel Allende
R.D. No.1 Box 223
New Kensington, Penn.
“Estimado Mr. Jessup:
Su invocación al Público para que se movilice en Mása cerca de sus
Representantes y así ejerza suficiente presión en los lugares pertinentes en
los que pueda promulgarse una Ley que exija la Investigación de la Teoría del
Campo Unificado del doctor Albert Einstein (1925-27). No es en modo alguno
necesaria. Tal vez le interese saber que no fueron las Matemáticas sino las
Humanísticas las que indujeron al Buen Doctor a su retractación.
Sus cálculos posteriores, hechos estrictamente para su propia ilustración
y distracción, sobre ciclos de Civilización y Progreso Humano comparado con el
Desarrollo del Carácter del Hombre en General, le horrorizaron. Por eso ahora
se afirma que su Teoría esta «incompleta».
El doctor B. Russell afirma en privado que esta completa. Dice también que
el Hombre no esta Preparado para Ella ni lo estará hasta después de la Tercera
Guerra Mundial. No obstante, se han utilizado «Resultados» obtenidos por mi
Amigo el doctor Franklin Reno. Estos fueron una comprobación de Esa Teoría, con
Vistas a su utilización, de ser factible, en breve plazo. Hubo Buenos
Resultados, dentro de lo que cabe esperar de una Comprobación Matemática y de
un «Resultado» físico. NO OBSTANTE, LA MARINA TIENE MIEDO DE UTILIZAR ESTE
RESULTADO. El Resultado era y sigue siendo la Prueba de que la Teoría del Campo
Unificado es correcta en cierta medida. Más allá de esa cierta medida, Nadie
que tenga sentido común se atreverá a
ir. Lamento haberle desorientado con mi anterior Misiva. Desde luego, esa Levitación
se ha realizado, tal como se describe. (…) ¡Si, si! El «resultado» fue la completa
invisibilidad de un barco, tipo destructor, con toda su tripulación Mientras
Navegaba (oct. 1943). El Campo surtió efecto en una zona esférica achatada por
los polos, de una extensión de unos noventa metros (Más o Menos, debido a la
Latitud y posición Lunar) desde cada lado del barco. Todas Personas que se
encontraban Dentro de la esfera asumían una forma difusa, pero veían a las
personas que estaban a bordo del barco con la misma apariencia aunque como si
caminaran en el vacío. Los que estaban fuera de la esfera no veían nada, salvo
la forma del casco del Barco nítidamente marcada en el agua, desde luego
SIEMPRE QUE la persona estuviera lo bastante cerca, en las inmediaciones del
campo. ¿Por que contárselo Ahora? Muy sencillo: si Usted decide volverse loco
entonces revela esta información. La mitad de los oficiales y de la tripulación
del Barco están ahora locos de remate. Unos cuantos todavía se encuentran
recluidos en ciertas zonas en las que pueden recibir asistencia Científica
cuando se quedan «En Blanco» o «En blanco» y «Encallados». Quedar En Blanco no
ES ni mucho menos algo desagradable para Marinos animados de Sana Curiosidad.
Pero quedar «Encallado» si lo es, de tal modo que ellos lo llaman «VIAJE
INFERNAL». El Hombre afectado no puede moverse por si mismo a menos que dos o más
de los que están dentro del campo vayan y lo toquen rápidamente, antes de que
se «Congele». Cuando un Hombre se Congela, Su situación Debe Marcarse
cuidadosamente y entonces se desconecta el Campo. Todos menos el Hombre
«Congelado» pueden Moverse, reasumir una aparente Solidez. Luego, el Miembro más
Nuevo de la tripulación debe acercarse al Lugar en el que encontrara el rostro
o partes del cuerpo del Hombre «Congelado» que no estén cubiertas por el
uniforme. A veces, Se tarda solo una hora o cosa así, otras Veces, toda la Noche y el Día y Más y una vez se tardó seis meses en
«Descongelar» al Hombre. Esta «Ultracongelación» no fue psicológica. Es
Resultado de un hipercampo que se crea dentro del campo del Cuerpo, estando
conectado el campo de «chamuscado» y ello durante mucho tiempo o cuando se
trata de un Veterano.
Tuvo que construirse un Aparato muy complicado, para «Descongelar» a los «Ultracongelados».
Generalmente, un «Ultracongelado» se vuelve loco, pero loco DE ATAR, si la
«congelación excede de un día según nuestra Medida del Tiempo.
Y hablo del TIEMPO porque los «Ultracongelados» no siente el Tiempo como
Nosotros. Son como personas semicomatosas, que viven, respiran, Miran y sienten
pero son totalmente insensibles a Tantas Otras Cosas que constituyen por si mismás
un «Submundo». Un Hombre en Congelación normal es consciente del Tiempo, a
veces, con gran Sensibilidad. Pero no lo siente como usted o como yo. Como le
digo, el Primer «Ultracongelado» tardó 6 meses en reaccionar. Y se gastaron más
de 5 millones de Dólares en equipo Electrónico y un atracadero especial para el
barco. Si en las inmediaciones del Centro Naval de Filadelfia ve usted a un
grupo de Marineros que ponen las Manos sobre un individuo o las extienden «en
el aire» observe los dedos y apéndices del HOMBRE AFECTADO. Si le parece que
Tremolan como en un Espejismo causado por el Calor, corra a ponerle las Manos
encima, porque ese Hombre es uno de los Más Desesperados del Mundo. Ninguno de
esos Hombres desea volver a hacerse invisible. No creo que sea necesario decir
Mucho Más sobre Por Que el Hombre no esta Preparado para trabajar con el Campo
de Energía, ¿eh?
A esos Hombres les oirá decir frases como: «Ser pillado por la Corriente»,
«Pillado en un aprieto», «Quedar encallado en el lodo» o «IRSE DE PRISA». Estas
expresiones se refieren a algunos de los efectos de los trabajos en el Campo de
Energía que se presentan Décadas después. «Ser pillado por la corriente»
describe exactamente la sensación de «Quedar encallado en el lodo» que
experimenta el hombre al ser «ultracongelado» o «congelado» sencillamente,
cualquiera de los dos cas os. «Ser pillado en un aprieto» puede referirse a lo
que un Hombre siente Brevemente cuando va a «Quedarse en Blanco» sin darse
cuenta, es decir, hacerse invisible o cuando es «Congelado» o «Ultracongelado».
Ya son muy pocos los Hombres que quedan de la Tripulación original del
D.E., señor. La mayoría se volvieron locos uno salió andando por la pared de su
casa, a la vista de su Esposa e Hijo y otros dos (NO VOLVIERON A SER VISTOS)
dos «Entraron» en «La Llama», es decir, que se «congelaron» y ardieron mientras
llevaban brújulas sencillas de barco pequeño, un Hombre llevaba la brújula y
Ardió, el otro acudió a la «Imposición de Manos» por estar más cerca, pero
también empezó a arder. ARDIERON DURANTE 18 DIAS. La confianza en la
«Imposición de Manos» se desvaneció cuando esto Sucedió y los hombres se
volvían locos. El experimento fue un Éxito Total. Los Hombres fueron Un Fracaso
Total.
Busque en los Periódicos de Filadelfia un pequeño párrafo (mitad superior de la pagina en el interior del diario, cerca del ultimo tercio, 1944-46, primavera, otoño o invierno, NO verano) de un articulo que describe la conducta de los marineros después del primer Viaje. Destrozaron un local, "Cafetín" o "Cervecería" del Centro Naval, causando tal espanto alas Camareras que no decían sino incoherencias y el que les preguntaba no creyó lo que le decían y apuntó: "Sólo he puesto lo que he oído y las Tías estaban atontadas, conque lo único que he sacado es un cuento "De miedo"..
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Una de las pocas fotos que circularon del misterioso Carl M. Allende, obtenida durante una visita a las oficinas de APRO. |
Compruebe tripulación barco observador, «Líneas Matson» barco Liberty, en
Norfolk (QUIZA la Compañía tenga Diario de A Bordo de aquel Viaje o quizá lo
tenga la Guardia Costera) El vapor Andrew Furuseth, primer contramaestre
Mowsely (Obtendré nombre del Capitán Más Adelante) (El Diario de A Bordo lleva
nombres de la Tripulación) Uno de la tripulación era Richard Price o «Splicey»
Price quizá recuerde otros Nombres de Tripulantes (La Guardia Costera tiene
fichas de Marineros y ha expedido «Papeles») El señor Price tenia 18 o 19 años
en octubre de 1943 y vive o vivía entonces en casa de su Familia, en Roanoke,
Virginia, una población pequeña, con una Guía de teléfonos pequeña. Estos
Hombres fueron Testigos, los Hombres de esta tripulación, «Connally de Nueva
Inglaterra» (Boston) pudo haberlo visto, pero lo dudo. (Tal vez el nombre no se
escribía así) el, lo vio. Le pido que haga esta pequeña Averiguación y querrá
haberse mordido la lengua cuando Recuerde lo que usted «ha apelado que sea
Hecha la Ley»
Irrespetuosamente, Carl M. Allen P.S. Lo ayudare más si me dice como.
(Z416175)
Al poco tiempo recibe otra carta completando la inforación de la anterior misiva:
Notas agregadas y correspondientes a la Misiva. (Acuda al vicealmirante
Rawson Bennett para comprobación de la presente info. Jefe de Investigación
Naval. En ultima instancia, puede ofrecerle a usted un empleo.)
Hablando fría y analíticamente, sin los Alaridos que se dan en la Carta
que acompaña a la presente, le diré lo que sigue, con toda honradez y respeto
para Usted y la Ciencia. (1) La Marina No sabia que los hombres podían hacerse
invisibles NO ESTANDO A BORDO DEL BARCO Y BAJO LA INFLUENCIA DEL CAMPO. (2) La
Marina No sabia que Morirían Hombres por extraños efectos del HIPER «Campo»
dentro o cerca del «Campo». (3) Además, ni siquiera ahora saben por que ocurrió
y no están seguros de que el «C» dentro del «C» es la causa. En resumidas
cuentas, la Bomba Atómica no mato a los experimentadores y por eso los
experimentos continuaron, pero al fin uno o dos murieron accidentalmente. Pero
se sabia Por Que habían muerto. Yo «tengo la impresión» que algo de aquella
brújula de barco pequeño «disparó» las llamás. No tengo pruebas, pero la Marina
Tampoco. (4) LO QUE ES PEOR Y aun No se ha Dicho, es que cuando uno o dos de
los Hombres, visibles dentro del campo para todos los demás se desvanecieron no
se encontró nada de ellos ni con el campo conectado ni desconectado, SE HABIAN
IDO. Entonces crecieron los Temores. (5) Peor aun, cuando un hombre
aparentemente visible se fue atravesando la pared de su casa Y NUNCA MÁS SE
SUPO DE EL a pesar de que todos buscaron detenidamente su Casa y zona contigua,
con un generador portátil de Campo. Había tanto, tanto Temor que la Suma total
era más de lo que podían afrontar
aquellos Hombres o los Hombres que trabajaban en los Experimentos.
Quiero decir también que de algún modo el Barco Experimental Desapareció
de su Muelle de Filadelfia y apareció Pocos Minutos Después en otro Muelle de
Norfolk, Newport News, zona de Portsmouth. Este lugar fue claramente
identificado PERO en seguida el barco Desapareció y Volvió a su Muelle de Filadelfia
en cuestión de Pocos Minutos o Menos. Esto salió en los periódicos Pero he
olvidado en que periódico lo leí o Cuando ocurrió. Probablemente, cuando los
experimentos ya estaban adelantados. Quizá fue en 1946 cuando se abandonaron
los Experimentos no lo Se con Seguridad.
Para la Marina todo este asunto resulto tan Poco Práctico debido a los
Devastadores efectos Morales que fueron de tal magnitud que el buen manejo del
Barco quedo drásticamente impedido y después del hecho se vio que incluso el
simple manejo de cualquier barco era imposible. En suma, la Ignorancia de esta
cosa alimentó Tales Terrores que al Nivel de las operaciones previstas, con los
conocimientos entonces disponibles 'se considero imposible, Inviable y
Horrible.
(…) La Marina utilizó el Material Humano que tenia más a mano. Sin pensar
ni poco ni mucho en el carácter y Persona del Material. Si se tiene cuidado,
Mucho Cuidado, en la selección del Barco, oficiales y tripulación Y se hace un
Cuidadoso Adiestramiento, además de ejercer una cuidadosa vigilancia de los
artículos como anillos, relojes, pulseras de identificación, hebillas de
cinturón. Y ESPECIALMENTE los efectos de las botas con chapas y clavos, creo
que se conseguirá disipar un poco la ignorancia temerosa que rodea este Proyecto.
Los Archivos de la CASA del Servicio Marítimo de los Estados Unidos en Norfolk,
Va (para marinos graduados en sus Escuelas) revelaran Quien estaba destinado al
S.S. Andrew Furuseth a últimos de set. u oct. de 1943. Recuerdo claramente a
otro observador que estaba a mi lado mientras se hacían las pruebas. Era de
Nueva Inglaterra, Pelo Rizado Castaño Claro, ojos azules, No recuerdo Nombre.
Usted vera si hay que seguir con Esto pero escribo esperando que Si.
Atentamente, Carl M. Allen.
La tercera carta tiene fecha del
25 de Mayo 1956;
Carlos M. Allende RFR 1 Box 223
New Kensington, Pa.
Apreciado Mr. Jessup:
Al regresar de uno de mis largos viajes por el país, encuentro su postal. Me pide usted que le escriba "inmediatamente", por lo que, después de la debida reflexión, he decidido hacerlo así. Me pide usted algo que equivale a la prueba positiva de lo que solo podría obtenerse con unos dispositivos iguales a los que produjeron "Este fenómeno". Por lo menos, si yo fuera de disposición científica, supongo que, de sentir Curiosidad por algo que ha sido realizado por una teoría que fue desechada (1927) por incompleta, estoy seguro de que yo tendría mis dudas y tendría que ver en funcionamiento esos dispositivos que produjeron tan curiosa acción o influencia reciproca entre Energías y Campos y su resultado Mr. Jessup, yo NUNCA podría satisfacer semejante petición. La razón es que no podría. Ni podría tampoco el departamento de Investigación de la Marina. (Que entonces estaba bajo el mando del actual jefazo de la Marina, Burke) permitir que se supiera que se había autorizado algo semejante. Porque si se permitió el experimento fue por la Curiosidad, el Interés y la investigación de Burke. (…) Yo puedo servirle de positiva ayuda, pero para ello necesitaríamos un hipnotizador, pentatol sodico, una grabadora y una excelente mecanógrafa.
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Los muelles de Filadelfia donde supuestamente tuvo lugar el experimento sobre el barco de la Marina |
Como usted sabe, el que esta hipnotizado no puede Mentir y el que esta
hipnotizado y al mismo tiempo se le inyecta «Suero de la Verdad» como se dice
vulgarmente NO PODRIA MENTIR EN ABSOLUTO. Además ASI mi memoria podría recordar
cosas con todo detalle, cosas que mi mente no recuerda en absoluto o recuerda
sólo vagamente, por lo que seria muy conveniente utilizar el hipnotismo. Así
podría recordar no sólo nombres COMPLETOS sino también direcciones y números de
teléfono Y quizás hasta los números de los marineros con los que estuve
embarcado o a los que trate. Y podría también, por ser un Dialéctico bastante
bueno, hablar exactamente como hablaban aquellos testigos e imitar o ilustrar
sus modismos y hábitos mentales, y así sus psicólogos podrían planear POR
ADELANTADO el método más seguro para tratar con ellos. Yo NO podría hacer esto
con alguien al que no hubiera observado durante mucho tiempo y con aquellos
hombres yo viví durante 6 meses, por lo que ha de obtener usted resultados más
que buenos. La mente NO olvida, no olvida, Como usted sabrá. Por ello le
sugiero que haga la prueba Conmigo, pero también que me utilice para ilustrar
los modismos y los hábitos mentales porque el Fin de inducir a estos Hombres a
ponerse a su disposición (HIPNÓTICAMENTE O MEDIANTE EL SUERO DE LA VERDAD) es
algo que podría tener Mucho Mayor impacto, debido a la correlación de
experiencias recordadas hipnóticamente por Hombres que no se han visto ni se han
escrito desde hace casi DIEZ anos. Así, con estos Hombres de Testigos prestando
un testimonio irrefutable, creo que si se pudiera presentar estas pruebas No a
la Marina, sino alas Fuerzas Aéreas (por ejemplo, al Jefe de Investigación)
habría un gran revuelo o un sereno y decidido esfuerzo para realizar CON
SEGURIDAD «aquello» que la Marina no pudo conseguir. (…) CREO QUE POSTERIORES
EXPERIMENTOS HUBIERAN PERMITIDO EL TRANSPORTE CONTROLADO DE GRANDES TONELAJES A
VELOCIDADES ULTRARRAPIDAS A UN PUNTO DETERMINADO EN EL INSTANTE EN QUE SE DESEE
mediante el empleo de una zona cubierta por: (1) dichas cargas y (2) dicho
«Campo» que podría hacer que los objetos, barcos o partes de los mismos
(TAMBIEN SE TRANSPORTO A LOS HOMBRES) se trasladaran a otro punto. Accidentalmente
y para consternación de la Marina ESTO HA SUCEDIDO A TODO UN BARCO, CON SU
TRIPULACION. Yo leí esto y leí también LAS ACTIVIDADES DE LOS TRIPULANTES FUERA
DE LA BASE, AUSENTES SIN PERMISO que en aquellos momentos eran invisibles en
un. PERIODICO de Filadelfia. En EST ADO DE NARCOHIPNOSIS PODRJA DIVULGAR EL
NOMBRE, FECHA, SECCION Y NVMERO DE LA PAGINA de aquel Periódico y del otro. Así
estos periódicos «Morgue» divulgaran PRUEBAS MÁS POSITIVAS YA PUBLICADAS de
este experimento. El Nombre del PERIODISTA que escépticamente cubrió la noticia
(DE ATAQUE AL BAR-RESTAURANTE MIENTRAS ERAN INVISIBLES Y DE LA SUBITA MARCHA DE
LA TRIPULACION DEL BARCO SIN PERMISO) Y QUE ENTRE VISTO a las Camareras podría
encontrarse y su testimonio y el de las camareras ser agregado al expediente.
Una vez sobre esta pista, creo que podrá usted descubrir MUCHAS MÁS PRUEBAS
para revelar este ... (¿como lo llamaría usted ... ESCANDALO, DESCUBRIMIENTO?) (...)
Espero que estudie este plan. De otro modo no podrá avanzar. Desde luego, creo
que necesitara usted a un Hombre que pueda conseguir que la gente desee
divertirse haciendo el experimento del hipnotismo, un hombre que pueda
conseguir que vayan a su Demostración y convencerlos de que le ayuden por el
«Honor», por hacerle un favor, por formar parte del espectáculo o por una
pequeña cantidad. Tendría que ser un Hombre de mucha habilidad para fabricar
una historia plausible en el momento en que atrapara a la persona a la que
fuera a tratar. Uno de sus primeros requisitos debería ser el arte de hacer
creer a la gente una absoluta mentira (Ejem). Si, habría que preparar bien
algunos subterfugios. EL FIN ULTIMO SERA UNA VERDAD DEMÁSIADO ENORME, DEMÁSIADO
FANTASTICA PARA NO SER DICHA. UNA VERDAD BIEN FUNDADA RESPALDADA POR PRUEBAS
POSITIV AS. Y MERIDIANAS. Me gustaría saber dónde viven AHORA estos Marineros.
Es sabido que hay personas que EN ESTADO HIPNOTICO pueden decir el nombre y la
dirección de alguien AUNQUE NO LO CONOZCAN NI LO HAYAN VISTO. Estas personas
tienen en su composición un factor PSI muy alto que puede ser intensificado
bajo presión o que generalmente es intensificado por el miedo. También puede
ser intensificado por el Hipnotismo, de manera que es como abrir la
Enciclopedia Británica. Aunque el asalto al BAR-RESTAURANTE fue hecho por
hombres invisibles o casi invisibles, ellos PODÍAN VERSE UNOS A OTROS, por lo
que tuvieron que pronunciarse NOMBRES, apellidos o motes. Un repaso de los
REGISTROS de los Dispensarios de la Base Naval, hospitales o comisarías del día
en que ocurrió el asalto al Bar-Restaurante puede revelar los NOMBRES EXACTOS
DE AQUELLOS HOMBRES, SUS NUMEROS DE SERIE Y ASI OBTENER LA INFORMACION DE DONDE
ESTAN AHORA Y con hábiles «Manipulaciones» de los que están aun aquí, EL NOMBRE
DEL LUGAR donde se encuentran ahora.
¿LE GUSTARÍA HABLAR REALMENTE CON UN HOMBRE (o varios DE LOS HOMBRES) QUE
UN DIA FUE UN SER HUMANO INVISIBLE? PODRIA HACERSE INVISIBLE DELANTE DE SUS
OJOS SOLO CON DESCONECTAR SU APARATO.
Bien, todas estas absurdas estupideces serán necesarias solo para conseguir
eso, Hipnotizador-Psicólogo y demás. Quizás lo que yo le sugiero le parezca
excesivamente minucioso y metódico pero, por lo que a mi se refiere, no me
importa que me hipnoticen y siento también una curiosidad irresistible por todo
este asunto. Quiero tirar de la manta. Mis motivos son sencillamente conseguir
que se siga trabajando en esta «Teoría del Campo».
Yo soy un astrónomo, Mr. Jessup. No lo oculto, ni tampoco lo que pienso de
que DEBIDAMENTE TRATADO, ES DECIR, PRESENTADO AL PÚBLICO Y A LA CIENCIA DE LA
DEBIDA FORMA PSICOLOGICAMENTE EFICAZ, estoy seguro de que el Hombre ira adonde
pueda ir: a las estrellas, con la forma de transporte que la Marina descubrió
accidentalmente (con gran nerviosismo) cuando su BARCO EXPERIMENTAL se largo para
aparecer un minuto después a cientos de millas marinas en otro de sus
atracaderos, en la zona de la bahía de Chesapeake. Lo leí en otro periódico y
solo en estado de hipnosis puede uno recordar todos los detalles de que
periódico, fecha, etcétera, ¿comprende? Ya. Tal vez la Marina haya utilizado
este accidente de transporte para construir los OVNIS que tanto le interesan a
usted. Es un adelanto lógico desde cualquier punto de vista. ¿Que opina usted?
Muy respetuosamente CARL ALLEN
Carlos M. Allende, en las dos primeras cartas explica, con su inconfundible y
peculiar gramática, que la Marina realizó un experimento de invisibilidad sobre
un destructor aplicando para ello la Teoría del Campo Unificado de Albert
Einstein. Menciona a un misterioso Dr. Franklin Reno como uno de los
científicos asesores del proyecto secreto. Aunque no especifica claramente si
los propósitos de la Marina era provocar la invisibilidad del barco o la
teletransportación.
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La publicación del libro de Berlitz y Moore sobre el experimento Filadelfia elevó la popularidad del incidente hasta límites insospechados... |
Pese a ello, según se desprende
de las cartas de Allende consiguieron que un buque desapareciera de los muelles
de Filadelfia y reapareciera en pocos minutos en el muelle de Norfolk
(Virginia) que se halla a unos 500 kilómetros, para volver de nuevo a su
embarcadero originario. Aunque parecía un éxito, los resultados no fueron los
esperados. En su reaparición algunos tripulantes del barco se fusionaron con la
embarcación produciendo imágenes dantescas y grotescas. Otros marineros
sufrieron graves secuelas tras su participación en el experimento. Hubo
episodios de locura entre varios tripulantes. Semanas después, algunos miembros
de la tripulación se "congelaban" súbitamente, permaneciendo
inmóviles durante días, incluso varios meses. Otros, simplemente desaparecían
de repente o incluso llegaban a atravesar las paredes ante los atónita mirada
de sus familiares. Allende indica que algunos marineros ardían por completo. En
las cartas se informa que la Marina ideó, para atenuar las terribles secuelas, un
equipo electrónico y un embarcadero especial para el buque que costó más de 5
millones de dólares. En resumen Allende decía que el "experimento fue un
éxito total. Los hombres fueron un fracaso total".
Carlos M. Allende también aportaba
una posible pista sobre los increíbles hechos. En las misivas advierte a Jessup
que varios tripulantes implicados en el experimento provocaron un altercado en
un bar de Filadelfia y que, durante una reyerta, algunos de estos marineros
desaparecieron ante la sorpresa y estupefacción de los presentes. La noticia
fue recogida por un periódico de la ciudad. Pero no sería la única prueba del
incidente que reposa en las hemerotecas de Filadelfia. Según Allende existe
otro reporte donde se informaba de la súbita e inexplicable aparición de un
buque en el muelle de Norfolk.
Pero aún había más datos que
podían ser cotejados. Allende explica que presenció el experimento desde el
vapor Andrew Furuseth, que según se desprende de las cartas había ejercido de
"barco observador". También nombra a varias personas que estaban
junto a él cuando presenció la aparición del buque.
En la tercera misiva Allende se
ofrece a ser sometido a hipnosis y al “suero de la verdad”, para demostrar la
autenticidad de sus afirmaciones e insiste a Jessup para que localice el
recorte de prensa que narraba el incidente de la taberna.
Pero ¿quién era el misterioso
Carlos Miguel Allende que decía conocer tanta información sobre un extraordinario y
secreto experimento de la Marina?...
Antes de indagar en esta vital
cuestión, detallaremos los pormenores de otro no menos enigmático y transcendental
elemento de la enrevesada historia del experimento Filadelfia…
LA EDICION VARO
Volvamos a las oficinas de la ONR. Hoover y Sherby estaban convencidos que las anotaciones manuscritas de aquel libro eran muy relevantes y que podían contener información novedosa sobre el enigma de los platillos volantes. Por ello, encargaron a la empresa “VARO Manufacturing Company” que realizaran varias copias del libro de Jessup en las que se incluirían también las cartas de Allende. “El trabajo de reproducción del libro por el lento y laborioso proceso de mecanografiarlo completo con las notas en mimeógrafo (era una época anterior a las copias Xerox) y posteriormente multicopiar los clisés en dos colores (el texto negro y las notas y subrayados en rojo) y en papel corrió a cargo de la VARO de Texas, una empresa de la Era Espacial; que recibía muchos contratos de la investigación militar” explican Berlitz y Moore. No se conoce el número exacto de reproducciones que se hicieron del libro de Jessup, ya que algunos autores indican que fueron 125 y otros investigadores más cautos señalan que se imprimieron entre 15 y 25 ejemplares. La intención de los oficiales de la ONR era distribuirlos entre diversas autoridades militares para que conocieran e investigaran el asunto. También se entregaron 3 copias a Jessup.
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La famosa Edición VARO ha llegado hasta nuestros dias en varias reimpresiones. Ejemplar propiedad el autor del reportaje. |
En la introducción de la Edición
VARO, Hoowe y Sherby dejan patente sus creencias particulares sobre el
asunto: "Las anotaciones que implican un conocimiento íntimo de los
Objetos Voladores No Identificados, sus medios de movimiento, su origen,
antecedentes, historia y costumbres de los seres que los ocupan, proporcionan
un tema interesante para la investigación. Dichas anotaciones se encontraron en
un ejemplar de la edición en rústica de Case for the UFOS, de M. K. Jessup. Por
la importancia que damos a la posibilidad de descubrir indicios relativos a la
naturaleza de la "gravedad", no debe pasarse por alto ningún renglón,
por dudoso que parezca, desde el punto de vista de la clásica.
Del inicial estudio de las
anotaciones, los oficiales de la ONR, deducen la supuesta participación de tres
personas en la elaboración de las notas, ya que incluso parecen conversar y
corregirse entre ellas:
“Parece ser que estas notas fueron escritas por tres personas. El empleo de
tres colores distintos de tinta: azul, violeta azulado y azul verdoso, y la
diferencia de letra, llevan a esta conclusión. En lo sucesivo serán llamados
señor A, señor B y Jemi.
Se supuso que la tercera persona era Jemi, por el uso directo de este apelativo
en saludos y referencias a él, hechos por los señores A y B durante todo el
libro."
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La Edición VARO incluia la reproducción de las cartas de Allende. |
Hoover y Sherby hacen especial
hincapié en la importancia que pueden tener las anotaciones relativas a los
visitantes extraterrestres: “Las notas se
refieren a dos tipos de gente que vive en el espacio. Son mencionados
específicamente como medios de habitación el “éxtasis neutral" y el
submarino. Parecen vivir en ambos de modo intercambiable. Se menciona la
construcción de ciudades submarinas. Se utilizan como medio de transporte
muchas clases de naves. Estos dos pueblos, razas o como puedan ser llamados, se
mencionan una y otra vez. Son llamados Los L-M y Los S-M. Los L-M parecen ser
pacíficos; los S-M no. Parece que las anotaciones se inclinan en favor de los
L-M, ya que hablan de ellos con más simpatía”.
No cabe duda que el conocimiento
público de la existencia de la Edición VARO hizo que el interés por el
experimento Filadelfia creciera de forma exponencial con el paso de los años. A
ojos del profano aquella impresión oficial era una confirmación no declarada de
que el asunto del experimento Filadelfia era cierto.
El investigador Gray Barker en
su libro “The Strange Case of Dr. M. K. Jessup (1963) decía que: “La primera noticia de la existencia del
ejemplar anotado la recibí de Mrs. Walton Colcord John, directora de Little
Listening Post, una revista de Washington especializada en OVNIs y Tiempos
Nuevos. Mrs. John me dijo por teléfono que había oído un extraño rumor según el
cual alguien había enviado a Washington un libro marcado y que el Gobierno lo
había mandado copiar por mimeógrafo, con todas las notas y subrayados. Me dijo
que el libro estaba siendo enviado a bastantes personas, por conductos
militares. Ella no había visto ningún ejemplar ni estaba muy enterada del caso,
pero a su juicio tenía cierta relación con un supuesto experimento naval por el
que se había hecho desaparecer un barco. No supe qué pensar de todo esto hasta
que oí hablar de las extrañas cartas de Allende que hablaban de este
experimento de forma espeluznante”. Morris K. Jessup estaba vivamente impresionado
por el interés de los oficiales de la ONR por su libro anotado y las cartas de
Allende. De hecho, como decíamos anteriormente, esta particular y providencial circunstancia,
la reproducción de los libros por parte de los Marina, contribuyó en gran
medida a que los sucesos narrados por Allende fueran conocidos y divulgados
hasta límites insospechados. Pero del mismo modo, la intromisión de la ONR
incorporó un nuevo argumento a la trama, la posible conspiración gubernamental para
encubrir el experimento. Este hecho pudo derivar en nefastos acontecimientos.
El investigador Iván T. Sanderson, en el Nº 4 de la revista Pursuit (1968)
escribía a este respecto:
“En 1958 se produjeron una serie de misteriosos acontecimientos ...
Empezaron a ocurrir las cosas más extrañas que en si proporcionan material para
todo un libro y que terminaron en una espantosa tragedia.
Cierto día... Morris Jessup fue a cenar a mi casa de Nueva York. Antes,
durante y después de la cena, desfilaron por mi casa una docena de personas. En
un momento dado, Morris nos pidió a tres de nosotros que lo acompañáramos a mi
despacho para charlar. Así lo hicimos. Allí, Morris nos entregó el ejemplar de
su libro en el que el había puesto sus propias notas a las notas anónimas y nos
pidió que lo leyéramos y lo guardáramos en lugar seguro «por si me sucede
algo». En aquel momento, ello nos pareció muy melodramático, pero una vez
hubimos leído el libro tuvimos que reconocer que se había despertado en todos
nosotros una sensación bastante desagradable...
Morris quería mucho a su familia y le preocupaba de modo extraordinario el
futuro de sus nietos. En aquella nuestra última entrevista se mostró angustiado
y reconoció que, llevado de su interés por los fenómenos naturales, interés
puramente intelectual en un principio, se encontraba absorbido por un mundo
demencial. Expreso franco terror ante la interminable sucesión de
«coincidencias» que habían ocurrido en su trabajo y en su vida privada; pero lo
que más le preocupaba era que, si mencionaba tales enormidades y sus
derivaciones, se le acusara de estar rematadamente loco.
Lo que nos dijo fue, esencialmente: «No creo que este volviéndome loco,
pero creo que todas estas cosas suceden realmente y no son fruto de mi
imaginación. Si leéis el libro veréis por que me he visto obligado a sacar esta
conclusión.
Ahora bien, si estoy en lo cierto, tengo la impresión de que esto no puede
continuar durante mucho tiempo sin que ocurra algo desagradable; y, si pasa
algo y alguien lee este material, inmediatamente dirán que es evidente que he
perdido el juicio; y, en cuanto se apunte esta posibilidad, es inevitable, y
vosotros lo sabéis bien, que el ciudadano medio y ajeno al caso saque la
conclusión de que es una tara familiar.»
Incluso entonces, la situación era ya bastante trágica.
Naturalmente, nosotros prometimos solemnemente a Morris observar
escrupulosamente sus instrucciones. El, para terminar, dijo que el material
solo podría publicarse si ciertas personas que nombro lo solicitaban por
escrito (acompañando declaraciones juradas)”.
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Charles Berlitz, conocido mundialmente por su best-seller El Triangulo de las Bermudas, contribuyó en gran medida a la popularidad del experimento Filadelfia al incluirlo en varios de sus libros. |
Charles Berlitz narra en su
libro “Sin Rastro” (1977) el episodio más oscuro de toda la historia: “Hacia mediados de abril de 1959, Jessup
dijo a Valentine (el investigador J. Manson Valentine era uno de los
mejores amigos de Jessup) que había
sacado ciertas conclusiones de la serie de reacciones atribuidas al experimento
Filadelfia y preparado un borrador sobre el que deseaba intercambiar
impresiones. El doctor Valentine le propuso que fuera a cenar a su casa. La
invitación era para el 20 de abril.
Jessup no fue a cenar. Según los informes de la Policía, poco antes de las
seis y media de la tarde, Jessup llevó el coche a Matheson´s Hammock, un parque
del condado de Dade… y al parecer se suicidó… En el informe de la Policía no se
mencionan notas ni manuscrito alguno, ni, según declaró posteriormente un
testigo al Dr. Valentine, se encontraron tales documentos en el interior del
coche.”
En el célebre libro “El
Triangulo de las Bermudas” (1974) Charles Berlitz incluía una entrevista con el
investigador Ivan T. Sanderson y le preguntaba sobre las causas de la extraña
muerte de Jessup: "Dijo usted "si es que se suicidó". ¿Existe algún motivo
para pensar que lo mataron?
Hubo algunos comentarios en ese sentido. Algunos lo pensaron y tal vez
pudo salvarse. Cuando lo encontraron estaba todavía con vida... Tal vez dejaron
que se muriera. Sus teorías eran muy avanzadas y tal vez había gente o
influencias que deseaban evitar que se propagaran. Es curioso que el ejemplar
del libro de la Marina lleno de anotaciones que pertenecía a Jessup y otro que
regaló a Briant Reeves (otro escritor especializado en OVNI) desaparecieron del
correo cuando fueron enviados a otras personas".
ARMANDO EL ROMPECABEZAS
Carlos M. Allende irrumpió en
escena de una forma inesperada y como era de esperar en el, nada convencional.
En 1969 se presentó en las oficinas de la APRO (Aerial Phenomena Research
Organization) en Tucson Arizona, y aseguró al investigador Jim Lorenzen que él
era el autor de las notas y de las cartas a Jessup y que toda la historia del
buque teletransportado era mentira. Posteriormente, tras arduas gestiones, William
Moore logró localizar y entrevistar al escurridizo Allende, obteniendo nuevos
reveladores datos sobre el experimento Filadelfia.
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El USS Eldridge el supuesto barco teletransportado con toda su tripulación... |
Fruto de este encuentro Moore descubrió que el buque objeto de la prueba fue el DE-173 U.S.S. Eldridge. Allende le dijo que había “mucha electricidad estática asociada al fenómeno”, y que la fuente de algunas de sus informaciones partía desde “amigos que están en lugares muy altos cuyos nombres no diré”. Incluso aseguró a Moore que el propio Albert Einstein presenció el ensayo sobre el barco. De esta entrevista se desprende que Allende observó el experimento desde la cubierta de su vapor y en alta mar.
Aunque varios de los datos
generales aportados por Allende eran ciertos, según se desprende de las
investigaciones de Berlitz y Moore, las referencias más significativas no
pudieron ser contrastadas de ninguna de las maneras. Allende fue marinero en el
S.S. Andrew Furuseth y el nombre del
capitán coincidía, sin embargo el resto de los marineros citados por Allende no
pudieron ser identificados. Del mismo modo, por mucho que se buscó no apareció
ninguno de los supuestos periódicos de Filadelfia que hacían alusión al
extraordinario experimento. Aunque, de forma anónima, los autores del Misterio
de Filadelfia recibieron por correo un pequeño recorte del supuesto incidente
ocurrido en el bar, pero que de forma sospechosa no incluía ni el nombre del
periódico ni la fecha del mismo. Muchos investigadores
dudan que la fotocopia recibida por lo autores sea cierta, ya que incluso el ancho de la nota, es mayor
de la utilizada por los periódicos de Filadelfia en los años 40. . “Riña de taberna en extrañas circunstancias. Varios agentes de policía que en respuesta a una petición de ayuda de la patrulla del puerto de la Marina acudieron a un local nocturno situado cerca del centro naval sofocar una riña, recibieron una gran sorpresa al encontrar el lugar sin un solo cliente. Según las declaraciones de las dos nerviosas camareras, la patrulla había llegado después y despejado el local… pero no sin que antes dos de lo marineros implicados desaparecieran. Se esfumaron en el aire… ahí mismo –dijo una de las asustadas empleadas- ¡Y les aseguro que no he bebido!. Y en aquel momento, según declaró, la patrulla procedió a sacar de allí a todo el mundo rápidamente. En el curso de una conversación mantenida posteriormente con los funcionarios de la comisaría del distrito, pudo confirmarse alrededor de las once de la noche se había registrado un tumulto en las inmediaciones del muelle, pero no fue posible aclarar los aspectos más misteriosos del caso. Un supuesto testigo hizo un escueto resumen de lo ocurrido diciendo que no eran más que pamplinas de las tias; que probablemente no pretendían más que conseguir publicidad gratis. Los daños materiales se calculan en unos seiscientos dólares”. Por otro lado se investigó la historia de Eldridge para buscar piezas que pudieran encajar en este alocado rompecabezas. Lamentablemente el diario de navegación del buque no estaba disponible, pero la documentación del Departamento de Marina (NRS-1978-26. U.S. Naval Historical Center, Washington Navy Yard), con algunos errores contenía la “vida marítima” del Eldridge. Así se supo que el barco fue botado el 25 de julio de 1943, entrando en servicio el 27 de agosto de ese mismo año, realizando labores de escolta, con operaciones de barrido en la zona de las Bermudas y las Antillas británicas durante la 2ª Guerra Mundial. Entre el 4 de enero de 1944 y el 9 de mayo de 1945, el Eldridge realizó 9 viajes de escolta a Casablanca, Bizerta y Orán. Posteriormente fue destinado al Pacifico donde permaneció hasta el final de la contienda, hasta que se retiró del servicio el 17 de junio de 1946. La armada griega compró el buque el 5 de enero de 1951. Berlitz y Moore denunciaron que la información ofrecida por la Marina no era exacta. Y que probablemente el Eldridge el 2 de noviembre de 1943 zarpó de Brooklyn para ayudar a varias embarcaciones militares que se había extraviado a causa de un fuerte huracán cuando se dirigían al norte de África. En el citado convoy (GUSS22) figuraba el vapor Furuseth donde estuvo embarcado Allende. Pese a esta coincidencia, Allende aseguraba que el experimento tuvo lugar en octubre, pero su barco estuvo en puerto desde el 4 hasta el 25 de octubre, y a partir de esa fecha, el Eldridge estuvo en el puerto de Brooklyn, por tanto no pudo presenciar en alta mar la aparición del mismo. Siguiendo y cotejando las rutas de ambos barcos, las únicas coincidencias las obtenemos el 17 de agosto frente a las costas de New Jersey, durante una travesía del Furuseth entre Estados Unidos y Casablanca y un itinerario del Eldridge en dirección a las Bermudas, o la citada de noviembre, durante una travesía del Furuseth entre Estados Unidos y Orán cuando el Eldridge zarpó en tutela del convoy donde se incluía el vapor de Allende. La primera fecha la descartaba el propio Allende ya que negaba que el incidente se hubiera producido en agosto. Sobre la segunda coincidencia, no es comprensible que se efectuara la supuesta prueba secreta durante la operación de rescate y escolta de varios navíos.
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En el mapa se observan las Rutas del Furuseth, donde viajaba Allende y del Eldridge el buque del experimento. Se señalan dos lugares donde pudieron coincidir. |
Por si fuera poco, en una
reunión de veteranos del U.S.S Eldridge celebrado en el año 1999, en Atlantic
City, estos confirmaron que el citado experimento nunca se realizó y que jamás
recalaron en Filadelfia.
EL EXPERIMENTO QUE NUNCA OCURRIÓ
Las contradicciones y mentiras
en este caso son notables. Y de hecho la extrovertida y alocada figura del
propio Carl M. Allende no hace sino aumentar la incertidumbre sobre el
experimento Filadelfia.
Pero quizás la investigación que
arrojó mayor luz al caso fue la ofrecida por el investigador Robert Goerman en
la revista Fate Magazine en 1980.
Goerman había localizado de forma casual al padre de
Allende, el Sr. Harry Carl Allen y tras charlar varias veces con el, pudo atar
cabos importantes del caso. Carlos Miguel Allende o Carl Allen, era en realidad Carl Meredith
Allen, de New Kensington, Pennsylvania. Era el mayor de 4 hermanos Frank, Sara,
Donald y Randolph. El Sr. Harry entregó a Goerman una caja repleta de
documentos sobre su afamado hijo, donde incluso había un libro de la edición
Varo dedicada. Entre el material entregado por el Sr. Harry a Goerman, había
diferentes artículos de revistas y periódicos sobre el Triangulo de las
Bermudas repletos de anotaciones. Las notas manuscritas eran un sello de
identidad de Allen, que escribía compulsivamente incluso sobre cartas y
tarjetas de cumpleaños de familiares. Goerman había hallado parte de la clave
del enigma. Entre el montón de documentos que recibió se incluía el Certificado
de Servicio para Marinos con el código 41.6175, el mismo que aparecía en las
cartas de Jessup.
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Uno de los documentos hallados por Goerman era el certificado que acreditaba que Allen había servido en la Marina. Señalado en rojo el numero de identificación que incluyó Allen en sus cartas a Jessup. |
Según su familia, Allen era muy
inteligente pero mentalmente inestable, y estaban convencidos que era “capaz de haberse inventado una historia tan
fantástica como aquella”. Su hermano Randolph dijo sin tapujos que su
hermano “tenía una mente fantástica, pero
que nunca la ha utilizado del todo. Es una pena, la verdad. Es un vagabundo. El
lee continuamente, pero la información la hace llegar de forma retorcida”.
Allen era brillante en matemáticas y dominaba varios idiomas. Pero también era
un gran embaucador. En una ocasión fingió un ataque al corazón imitando tan
perfectamente los síntomas que engaño a los médicos que le atendieron. En otra
de sus farsas, se hizo pasar por anticuario engañando a varias personas. A su
familia le dijo que había escrito el libro “The Case for the UFOS” junto a
Morris K. Jessup. Las mentiras y los engaños persiguieron a Allen hasta su
muerte en un asilo de Colorado en 1994 a los 68 años de edad. En las cartas que
envió al malogrado ufólogo no mencionaba al Eldridge, lo incorporó más tarde en
una entrevista mantenida con William Moore, y para complicar más las cosas, en
una misiva remitida a Robert Goerman en 1979 decía que habían participado dos
barcos el DE-173 y DE-168”…
Para el investigador Jacques
Vallee, tal y como denuncia en su libro Revelations (1991) y en un artículo en
el Journal of Scientific Exploration (1994), Allen pudo conocer vagamente
algunas de las experimentaciones que efectuaba la Marina estadounidense para
proteger sus navíos durante la Segunda Guerra Mundial. Incluso según narraba el
célebre investigador uno de los barcos sometidos a una operación de “degaussing”,
con el objetivo de hacerlo indetectable a los torpedos y minas magnéticas del
enemigo, estuvo anclado al lado del Eldridge en 1943. En estos trabajos se
empleaba mucho material electrónico y multitud de cables para conseguir
desmagnetizar el navío.
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Para desmagnetizar sus barcos la Marina utilizaba un complejo método que bien podía confundir a un desprevenido observador. |
Además, Vallee aportaba otro
dato interesante, un veterano que sirvió a en el Engstrom, dijo que la Marina
utilizaba en total secreto una serie de canales existentes en la zona, el
Chesapeake y el Delaware, que unía los muelles de Filadelfia y Norfolk en solo
unas horas, cosa imposible de realizar por su costa. El alto mando quería
mantener ocultas estas vías marítimas, de uso exclusivamente militar, ya que temían
que frente al litoral estadounidense operaran submarinos alemanes que pudieran
torpedear sus barcos en desplazamiento rutinarios. Por tanto ambos hechos
narrados por Vallee pudieron servir perfectamente como base para elaboración de
múltiples especulaciones en la zona, que a su vez pudieron crear todo tipo de
habladurías entre la marinería. Y ahí entra en juego el excéntrico Carl M.
Allen. Como hemos comprobado el principal informador del experimento Filadelfia
era un consagrado mentiroso. Tan pronto se adjudicaba la coautoria con Jessup
de su libro, como decía que todo lo que había narrado en las cartas era
mentira. En el verano de 1969, se presentó en las oficinas de la ONR, y al
igual que hiciera en APRO, se desdijo de todo lo dicho y publicado hasta la
fecha, además de pedir una cantidad de dinero por la publicación sin su
consentimiento de las notas.
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En el presente mapa se observa la ruta que supuestamente realizó el barco durante su teletransportación (línea roja) desde Filadelfia hasta Norflok y la ruta a través de los canales (línea azul) que se realizaba sin salir al Océano Atlántico. |
Esta claro que las anotaciones
de la Edición Varo, fueron realizadas por Allen, que desde muy joven tenía la
costumbre de llenar de notas manuscritas, tachones y subrayados anárquicos los
libros que leía aparentando a veces varias formas de escritura. No es
improbable que cuando estuvo enrolado en el Furuseth, Allen escuchara todo tipo
de rumores sobre las prácticas que efectuaba la marina para proteger sus buques
contra las minas magnéticas, prácticas que eran muy desconocidas para la
mayoría de marineros y militares. Así mismo tampoco es descartable que en esos mismos
rumores se hablara de la “inexplicable” aparición de un barco en los puertos de
Norfolk o Filadelfia, utilizando los citados canales secretos, sin que nadie lo
hubiera visto llegar por el mar. Todo esto unido a la delirante imaginación de
Allen hizo germinar la historia fantástica del experimento Filadelfia. Lo que
empezaría siendo un envío sin transcendencia a Morris K. Jessup acabaría
transformándose en una gigantesca “leyenda urbana”. Pero si analizamos más
aspectos del caso comprobaremos que existen multitud de puntos débiles.
La supuesta información que
contiene la Edición Varo ha sido sobrevalorada hasta la saciedad. De hecho, la
Marina jamás realizó una investigación oficial de las anotaciones de Allen. Si
el comandante Hoover y el capitán Sherby prestaron atención al libro de Jessup
fue exclusivamente por motivaciones y creencias personales, al considerar que
aquellos comentarios podían ofrecer información sobre los OVNIs. Incluso hay
que señalar que la ONR no estuvo implicada directamente en la edición VARO, que
fue un encargo de ambos militares para dar mayor relevancia a su pretendido
descubrimiento. Tal fue la implicación de los dos oficiales de la ONR en el
asunto, que se sospecha que pudieron hacer frente a los costes de los libros
editados por VARO. Pero aún ahí más. Sherby era un interesado en la temática
OVNI a raíz de que un amigo piloto le narrara el encuentro que mantuvo en el
aire con un extraño objeto en forma de disco. Por lo que esta evidenciado que
ambos militares se dejaron llevar por sus inquietudes personales hacia los
OVNIs. En la introducción VARO se confirma este aspecto: “En julio o agosto de ese año, el libro apareció en la correspondencia
remitida al mayor Darrell L. Ritter, de los Cuerpos de Marina de los Estados
Unidos, Oficina de Proyecto Aeronáutico de la Oficina de Investigación Naval.
Cuando el capitán Sidney Sherby se presentó a la OIN, recibió el libro del
mayor Ritter. El capitán Sherby y el comandante George W. Hoover, oficial de
proyectos especiales de la OIN, mostró interés directo en parte del material”.
Pese a la fama de las
anotaciones manuscritas en el libro de Jessup estas se revelan, ante una mirada
crítica, como el producto, cuanto menos de una mente desquiciada. Leemos de
nuevo algunos de los comentarios incluidos en la introducción de la Edición
VARO que reflejan perfectamente el despropósito del asunto: “Es probable que estos individuos sean
gitanos. En las últimas páginas del libro, el señor B dice: "... sólo un
gitano le hablara a otro de esa catástrofe. Y somos un pueblo desacreditado
hace siglos. ¡ja, ja! No obstante, la gente se pregunta de dónde venimos
nosotros... ".
No andaban desencaminados los
oficiales de la ONR. Allen era considerado por su propia familia como un
desarraigado y un vagabundo. Su forma errática y frenética de escribir hacía en
ocasiones pensar que había tres personas detrás de las anotaciones, cuando en
realidad solo era una. La inclusión del nombre Jemi, podía tener relación como
indicó Goerman con el símbolo astrológico de Géminis al que pertenecía Allen,
por otro lado gran conocedor y amante de la astrología.
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En un congreso de MUFON (Mutual UFO Network) celebrado en 19990, el investigador William Moore confesó sorpresivamente que llevaba al menos 9 años colaborando con el gobierno estadounidense para facilitar información de sus colegas y promover noticas falsas en la comunidad ufológica. |
Algunas de la notas incluidas en
el libro de Jessup son claramente un disparate, además de un “atentando” contra
la gramática más elemental, por ejemplo cuando Jessup habla de avistamiento de
bolas de fuego, Allen asegura que las “bolas
de fuego también podría ser el nuevo método de ejecución de Forajidos” por
parte del ejercito. Del mismo modo cuando se mencionan en el libro las
serpientes marinas, Allen inserta este comentario sin sentido: "Si lo llamado "monstruo marino o
serpiente" era una Nave de los L-M sigue ahí bajo el mar si si S-Ms
neutralizaron eso, los L-MS no podrán regresar o llamar para ti, en territorio
S-M".
La supuesta información sobre
los extraterrestres contiene datos tan “precisos y concienzudos” como estos: "Allí, Jemi, recibió los resultados de
lo habría sido posible si el doctor Farraday (sic) Hecho como se sugiere en otra página. Los S-Ms & L-Ms luchan
utilizando pequeños asteroides".
Como demuestran estos ejemplos,
el único enigma que encierra la Edición Varo es conocer que llevó a Hoover y
Sherby a considerar que aquellos escritos encerraban un “un conocimiento íntimo de los Objetos Voladores No Identificados, sus
medios de movimiento, su origen, antecedentes, historia y costumbres de los
seres que los ocupan, proporcionan un tema interesante para la investigación”…
Del mismo modo, las cartas de
Allen también contenían un buen número de despropósitos. Volviendo a los
detalles del experimento, es muy sospechoso e incluso poco probable, que un
gran buque hecho desaparecer de forma accidental durante un incontrolable
experimento, vaya a reaparecer en otro muelle, y no por ejemplo en mitad de una
avenida de Filadelfia. Además tampoco queda claro, ateniéndonos a los confusos
escritos de Allende y sus no menos desconcertantes declaraciones, si el
Eldridge, estaba en puerto, cuando se iniciaron las pruebas o si estaba en alta
mar, si reapareció en otro muelle o en mitad el océano Atlántico. La
contradicción se halla en sus propias cartas: “El «resultado» fue la completa invisibilidad de un barco, tipo
destructor, con toda su tripulación Mientras Navegaba (oct. 1943)”. Y una segunda
versión: “Quiero decir también que de
algún modo el Barco Experimental Desapareció de su Muelle de Filadelfia y
apareció Pocos Minutos Después en otro Muelle de Norfolk, Newport News, zona de
Portsmouth. Este lugar fue claramente identificado PERO en seguida el barco
Desapareció y Volvió a su Muelle de Filadelfia”.
También resultan cuanto menos sospechosos
de ser una broma encubierta, los datos facilitados por Allen de uno de los marineros
que presencian el experimento junto a el: “El
señor Price tenia 18 o 19 años en octubre de 1943 y vive o vivía entonces en
casa de su Familia, en Roanoke, Virginia”. Curiosamente la isla de Roanoke,
encierra un misterio sobre desapariciones inexplicables desde hace cientos de
años. En 1590 se esfumaron sin dejar rastro 117 colonos británicos que habitan
en la isla dejando tras de si sólo dos inscripciones en unos troncos con las
palabras “CROATOAN” y “CRO”. Allende conocía de sobra esta historia ya que la
incluye en las notas del libro de Jessup cuando escribe: "ROANOKE una colonia secuestrada”. Por tanto es muy probable
que haciendo un juego de palabras, incluyera el nombre de Roanoke de tal forma
que veladamente decía, con ironía, que el marinero citado también se había
esfumado misteriosamente…
CONCLUSION
Con la perspectiva que ofrece el
tiempo es inevitable pensar que el Experimento Filadelfia nace de la mente
fantasiosa, desmedida y vanidosa de un solo hombre, Carl Meredith Allen. Un
redomado y compulsivo mentiroso de difícil encasillamiento social y psicológico.
No obstante, su farsa se vio favorecida por la suma de factores independientes que
se entrelazaron de forma excepcional para dar nacimiento a un gigantesco mito.
Por separado quizás, ninguno de estos elementos hubiera germinado en la
conciencia global, pero sin embargo todos ellos, unidos por el caprichoso destino,
como por arte de magia, hizo que la fantástica historia cobrara una inusitada
popularidad inimaginable.
1.- Si Morris K. Jessup no
hubiera contestado a Carlos Miguel Allende no hubiera recibido más misivas de
su extraño informante. Este punto es interesante ya que como indicaba Vincent
Gaddis en su libro: "La primera
reacción de Jessup fue que la carta era una broma o los delirios de un
chiflado. La mera naturaleza de la investigación de los objetos voladores no
identificados atrae a mentes tortuosas e inestables". Por lo que no
deja de ser anecdótico que Jessup se molestara en continuar su contacto
epistolar con Allende, a sabiendas quizás que su informante era un demente. Tal
era el desinterés de Jessup que extravió la primera misiva.
2.- Si el Mayor Darrel L. Ritter
hubiera arrojado a la papelera aquel extraño libro lleno de comentarios
absurdos e hilarantes, las derivaciones del caso hubieran sido escasas. Sin
embargo la casualidad hizo que el Capitán Sherby, un recién llegado a la ONR y un
entusiasta de los OVNIs, acabara con el ejemplar de Jessup en sus manos.
 |
Sin duda las anotaciones en el libro de Jessup y su posterior inclusión en la Edición VARO contribuyeron a que se forjara el mito del experimento Filadelfia. |
3.- Sin duda que Sherby y Hoover
invitaran a Morris K. Jessup a visitar las instalaciones de la ONR en
Washington con la intención de mostrarle el libro anotado, fue el punto de
inflexión de toda la trama que iba a venir. Jessup siempre creyó, al igual que
muchos otros investigadores, que aquel enigmático interés partía de las altas
instancias de la inteligencia de la Marina, cuando sin embargo, sólo fue la
consecuencia de la curiosidad de dos personas.
4.- Del mismo modo si el Capitán
Sherby y el Comandante Hoover no hubieran ordenado, por iniciativa personal, la
realización de la famosa Edición VARO, probablemente la mayor contribución a la
gestación del mito del Experimento Filadelfia no se hubiera producido. El
conocimiento público de la existencia de estas copias del libro de Jessup
siempre produjo un clima de incertidumbre y desconcierto entre los
investigadores, incluyendo por supuesto a Jessup, que hasta los últimos días de
su vida se preguntaba sobre los verdaderos motivos que había llevado a la
Marina a efectuar las réplicas. A ojos del malogrado escritor, esto era
sinónimo de que algo importante y trascendental debía esconderse tras aquellas
aparentes hilarantes anotaciones manuscritas. Así queda claro que la confusión,
por el desconocimiento generalizado de quién dispuso realizar la Edición VARO,
ayudó enormemente a que el asunto del Experimento Filadelfia adquiera, sin
pretenderlo, un carácter gubernamental.
También hay que señalar que la
relación de Hoover y Sherby con los responsables de VARO era excelente, de
hecho, ambos acabaron trabajando en dicha empresa.
5.- La síntesis del experimento
Filadelfia posiblemente fue sugerida a Carl Allen en forma de extraños rumores
durante la época que estuvo embarcado en el Furuseth. Estos comentarios
partirían de dos hechos puntales, primero, el desconocimiento, de la marinería,
de que la US NAVY efectuaba la desmagnetización de sus barcos para evitar las
minas y los torpedos, y segundo, la utilización de la Marina de canales
secretos para el abastecimiento y movimiento de los buques fuera del alcance de
los hipotéticos ataques de los submarinos alemanes. Posteriormente la imaginación desbordante de
Allen hizo el resto.
6.- El trágico suicidio de
Morris K. Jessup no hizo más que acrecentar la leyenda de que el gobierno había
silenciado a uno de los investigadores más destacados del experimento
Filadelfia.
Sin embargo su precaria situación
personal bien pudo llevarle a tomar esa fatal decisión. Jessup estaba prácticamente
arruinado, sus libros apenas habían tenido ventas y no encontraba financiación
para sus expediciones a Sudamérica. Además en 1958 dos hechos le marcaron
profundamente, el divorcio de su mujer y después como colofón de sus desdichas,
Jessup sufrió un grave accidente de tráfico en diciembre de ese mimo año, del
que ya no recuperaría...
Antes de suicidarse a los 59
años, Jessup envió una misiva a un íntimo amigo; “En una larga carta deprimente y deprimida que dirigió a su principal
confidente en Nueva York, un presentador de la cadena de televisión WOR –escriben
Berlitz y Moore- (…) Jessup se explayaba.
Aquella carta había sido descrita como la "nota de un suicida";
demostraba claramente que Jessup se sentía como "un simple vegetal"; y después de pedir que se cumplieran en su nombre ciertos
deseos, decía en términos inequívocos que prefería arriesgarse a pasar a
"otra existencia del ser universal mejor que este
mundo miserable". Decía haber llegado a esta solución después de mucho meditar
y no en un arrebato de desesperación”.
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Informe oficial sobre el fallecimiento de Morris K. Jessup |
Como hemos visto, la suma de
todos estos factores erigió uno de los mayores fraudes que ha conocido el mundo
del misterio. Todo fue producto de la imaginación de Carl Meredith Allen que,
auspiciado por la credulidad de los oficiales de la ONR y favorecido de forma
excepcional por la marcha de los acontecimientos, generó la increíble y
fascinante historia del experimento Filadelfia, un mito que se resiste, y nunca
mejor dicho, a desaparecer…
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